
A la hora de cargar las piraguas, Rober se pone manos a la obra (hay que reconocer que es un hacha) ante la mirada atónita de Txus, que como yo, siempre se queda mirando maravillada por ver todas las piraguas que entran en un carro.
En las demás fotos se nos ve bajo una minicascada y en el río.


1 comentario:
Hola Silvia,
realizando una búsqueda del cambio climático entré, por azar, en tu blog; fue así como topé con el artículo de los glaciares y al cual te contesté. Como el tema del piragüismo me recuerda a tiempos pasados y el sustrato "natural" de tu blog me parece fantástico, me he "aficionado", de vez en cuando, a entrar y pasearme por tus geniales artículos y curiosidades.
Da recuerdos a Patxi y Alberto M. I. (hermanos).
Neus.
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